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De Problemas a Soluciones: ¿Qué es el Design Thinking?

Si bien existen diversas formas de abordar problemas y encontrar soluciones, el Design Thinking destaca como una metodología única que se fundamenta en la empatía, la creatividad y la experimentación. Esta metodología se centra en resolver problemas complejos y generar soluciones innovadoras mediante un enfoque humano y colaborativo. Ahora, profundicemos en la siguiente pregunta: ¿Qué es exactamente el Design Thinking?

Design Thinking

El Design Thinking, según Serrano & Blázquez (2016) menciona que el pensamiento de diseño implica adoptar la mentalidad de un diseñador y puede tener un impacto transformador en el desarrollo de productos, servicios, procesos y estrategias empresariales.

El design thinking es un enfoque que busca resolver problemas minimizando riesgos y maximizando las posibilidades de éxito. Comienza al centrarse en las necesidades humanas, utilizando la observación, la creación de prototipos y las pruebas. Además, se nutre de conocimientos interdisciplinarios en áreas como psicología, sociología, marketing e ingeniería, con el objetivo de alcanzar una solución que sea deseable para las personas, viable desde el punto de vista técnico y rentable desde el aspecto económico.

Por otro lado, Tim Brown indica que el proceso del pensamiento de diseño no sigue una estructura lineal tradicional, sino que se divide en tres etapas principales: Inspiración, Ideación e Implementación (Serrano y Blázquez, 2016).

Comprender

La etapa inicial del proceso de design thinking consiste en comprender y definir el problema o desafío de la mejor manera posible. Se enfoca en analizar y plantear preguntas relevantes. Es fundamental comprender a fondo las necesidades y comportamientos de las personas para las cuales se busca innovar.

 Se recomienda interactuar con personas reales y prestarles atención. Además, se debe formar un equipo adecuado para abordar el problema. Este equipo debe ser multidisciplinario y contar con la participación de diferentes departamentos y niveles jerárquicos, incluyendo directivos, mandos intermedios, asistentes e incluso personas externas a la empresa. El objetivo es resolver el problema de manera positiva, integradora y generar un valor excepcional para el cliente, algo que no sería posible lograr trabajando de forma individual.

Observación y Empatía

Esta etapa es fundamental en el pensamiento de diseño pues se busca comprender al usuario y su entorno a través de la observación de sus acciones y circunstancias. Es importante centrarse en las necesidades reales del consumidor y no solo en lo que dice. Se utilizan diversas técnicas, como grabar en video, tomar fotos y realizar entrevistas para recopilar información que permita definir el problema y generar soluciones. La empatía se divide en tres acciones: observar, interactuar y experimentar.

Se recomienda realizar entrevistas a varias personas para obtener una visión completa del usuario, su comportamiento, pensamientos y emociones. El uso del mapa de empatía (Do Say Feel Think) es una herramienta valiosa para resumir la información recopilada durante las entrevistas. Permite identificar los comportamientos, las palabras clave, los pensamientos y sentimientos del usuario. Al analizar el mapa en su conjunto, se pueden extraer ideas, conclusiones, identificar patrones inesperados y descubrir necesidades latentes.

Definir

La etapa de definición implica considerar todas las posibles soluciones al problema, desde las más obvias hasta las más arriesgadas, sin dar nada por sentado. Se trata de visualizar el futuro y no limitarse a lo que ya existe. En esta fase, es necesario clarificar y enfocar el reto que se ha planteado, estructurando el problema.

Con los datos y las historias recopiladas en las entrevistas, se enuncia el problema, asegurándose de haber definido claramente el objetivo y al usuario. Además, es crucial saber comunicar el proyecto no solo en esta fase, sino también en las etapas de generación de ideas y presentación del prototipo. Se pueden utilizar herramientas como mapas mentales, mapas conceptuales, mood boards o narración de historias para lograr una comunicación efectiva.

Idear

Una vez que tengamos una comprensión clara del diseño y dispongamos de datos relevantes, llega el momento de generar y evaluar conceptos que puedan solucionar el problema. Durante la fase de ideación, se generan numerosas posibles soluciones para el proyecto, manteniendo siempre el enfoque en el problema a resolver y evitando juzgar prematuramente. Al final de esta etapa, es importante expresar pensamientos utilizando herramientas visuales como fotos, bocetos, diagramas y notas adhesivas (post-it) para aclarar conceptos.

 El brainstorming o tormenta de ideas es una herramienta excepcional para esta fase, ya que permite generar una gran cantidad de ideas que son poco probables de desarrollar de forma individual.

Prototipo

Prototipar es uno de los pasos más cruciales del proceso. Implica crear rápidamente representaciones tangibles del producto o servicio, como maquetas, modelos de espuma, etc., a través de bocetos y diseños. La experimentación es el enfoque principal de una organización creativa, y el prototipo se convierte en una herramienta fundamental para vender y comunicar el proyecto, además de ser un valioso proceso de aprendizaje. David Kelly, cofundador de Ideo, lo describe como “pensar con las manos”. No es necesario que el prototipo se realice con los materiales finales. Cuanto más rápido podamos materializar nuestras ideas, más pronto seremos capaces de evaluarlas, redefinirlas y seleccionar la mejor opción.

Testear

 Implica repetir el ciclo de diseño, utilizando el prototipo generado, realizando modificaciones, probándolo con más personas y mejorándolo hasta llegar a su diseño final. Esta etapa es crucial, ya que los cambios se aplican directamente a objetos tangibles que existen, en lugar de basarse en documentos o dibujos que no se pueden probar en la práctica.

Implementar

 Aquí se selecciona la mejor opción fundamentada en pruebas, tomar las medidas necesarias para poder producir e implementar el producto o servicio con éxito en el entorno donde estará en contacto con los usuarios. Este es el último paso del proceso, aunque no se indica en el gráfico inicial.

Aprender y obtener información (feedback) es esencial. Esta etapa consiste en evaluar si la solución logró sus objetivos, identificar áreas de mejora y reflexionar sobre lo aprendido durante el proyecto. Según Ken Robinson, ser creativo implica lanzar hipótesis, probar cosas, hacer bocetos y explorar posibilidades, pero también implica ser crítico, evaluar los resultados y plantearse preguntas como “¿funciona?” y “¿es lo que buscaba?”.

Citas bibliográficas:

Serrano, M., & Blázquez, P. (2016). Design thinking lidera el presente y futuro. Madrid: ESIC.

Si estás interesado en aprender más sobre diseño, te invitamos a leer nuestro post sobre el ¿Qué es el método de proyección de Bruno Munari? ¡No te lo pierdas!”

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